Del griego apostáis, “apartarse”, “retirarse”. Esta palabra se emplea en el AT griego (Jr.
2,19) y en Hch 2,21 con referencia al hecho de perder la fe o desvincularse de
la comunidad de los creyentes. En su uso actual significa el abandono completo
y deliberado de la fe por un cristiano bautizado; de modo que el apóstata no es
asimilable al hereje ni al cismático. El emperador romano Juliano (reinante
371-363) lleva el sobrenombre de “el Apóstata” porque retiró el apoyo imperial
al cristianismo e intentó restaurar el culto de los dioses paganos.
Apóstol
Del griego apóstolos, “enviado”, “embajador”. En
sentido estricto, la palabra designa a cada uno de los doce discípulos
escogidos por Cristo (Mt 10,2; Lc 6,13-16) que dieron testimonio de su
ministerio, muerte y resurrección por el poder del Espíritu Santo (Hch 1,5.8).
En un sentido amplio, el término abarca también a Pablo (1 Cor 9,1: Gal
1,1.17), Bernabé (Hch 14,4.14), Santiago (1 Cor 15,7) otros (Rom 16,7) que sirvieron como dirigentes
en la primera misión cristiana y fueron investidos de la autoridad de Cristo en
la fundación de la Iglesia (Ef 2,20).
Archidiácono
Originariamente,
jefe de un colegio de diáconos, que ayudaba al obispo en la administración y
disciplina de su diócesis. Más adelante el termino, intercambiable con el de arcediano, pasó a designar una dignidad
de los cabildos catedralicio conferida a un sacerdote.
Argumentos para la existencia de Dios
Medios
filosóficos para demostrar que la fe en Dios también es conforme a la razón,
pasando, por ejemplo, de un mundo aparentemente en concordancia con un plan, a
un Creador divino (cf.DH 3004, ND
113, 115). Lejos de sustituir la fe, estos argumentos proceden de una fe y una
experiencia de Dios previa.